FARFALA
Parafraseando a "la querida de Baudelaire" nace este poema afarfalado, en homenaje a la farfalinha que se acentó en mi diafragma y me llevó a volar por el suyo desde su beso-mirada.
A vos
La querida
El ángel que
emana
Su incensario
aroma
Cual jardín
su le toit.
A vos
La que
impregna con su vida
El aire que
respiro
La que
perfuma las calles
de la ciudad
que camino,
en compañía
de recuerdos
pidiéndole
la luna al río.
A vos
La querida
La que evoca
mariposas
en el
vientre y en la mente.
A vos
la querida
la que
desbaraja el día
entre
pasillo y pasillo
entre
palmera y palmera
entre libros
no leídos
entre libros
– pretexto
entre dibujos–
escusa
entre
sonrisas – mariposa
entre la
nada y el todo
para caer al
vacío que me permita decirte:
--cuanta luz
ha dado tu risa a mi ser
--cuanta
salud ha dado tu pupila a mi pulso
--cuantos
latidos dicen tu nombre
y transitan
con tu aroma mis neuronas.
A vos la querida
la que con
su risa
le devuelve
a mi espíritu
el hálito de
virtud
perdido hace
un tiempo
entre la
multitud.
A vos
La querida
Que le
devuelve a mis sueños
la luz de la
juventud
y a mis años
la sabiduría
de este nuevo día.
¡Salud!
Brindo
contigo
Desde este
vino del jardín su le toit.
Desde este
vino te dejo habitarme toda
Con demencia
lúcida
Con la
lluvia limpiando mi alma.
A vos
La querida
te digo salud
Desde este
vino
Que permite
transitar en mi memoria
Tus
endiosadas piernas longas
Tus trémulos
sentidos
…en el
abrazo
Que despertó
la alquimia
He hizo
renacer mi ser
Desde tu
beso-mirada.
Por vos
La querida,
Bebo en este
vino
La dulzura
que fascina
Aunque lo
sentido no sea debido
Porque hay
circunstancias
que dicen:
--este no es
el tiempo de volar con ella
--tendrás
que volar sola
--la
encontrarás en otra vida
-- y
entonces
… expandirán sus alas al infinito.
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